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PISTA DE CARRERAS MARCIANA

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| Cuento |

©2020, Ana Delia Carrillo


 

Desde la azotea de su casa, a lo lejos, vio despegar la última nave del día. A los pocos minutos era solo un punto plateado cruzando el cielo naranja del crepúsculo. Luego lo perdió de vista. Pensó en su abuelo. Cada domingo sin falta, se levantaban de madrugada y el viejo conducía su destartalada camioneta hasta las orillas de la base espacial. Estacionados a un lado de la reja, sentados sobre el techo de la cabina, observaban, binoculares en mano, el despegue de la nave con destino a Marte.  Don Juan le contaba, una vez más, sobre los primeros asentamientos humanos en el planeta rojo y los detalles de cada misión, y luego, cuando ya la nave no era visible y la emoción había disminuido un poco, sacaban la canasta del almuerzo y devoraban los sandwiches de ensalada de huevo que la abuela les había preparado. Regresaban ya entrada la mañana, a sus labores de siempre, pero la imagen de aquella nave plateada elevándose hasta la estratósfera la acompañaba el resto del día. Su mejor recuerdo de infancia. El viento frío la sacó de sus pensamientos, y bajó del techo a preparar su backpack para el viaje.

            Esa noche soñó con viajes espaciales y con Marte. Despertó al filo de las siete de la mañana, y se levantó de inmediato. No quería que nada la retrasara. Se dio un regaderazo, preparó café y tostado francés, revisó una vez más que todo estuviera desconectado y que no hubiera luces prendidas, echó su maleta a la cajuela y salió rumbo a la ciudad. Tardó un par de horas en llegar hasta la oficina, donde hizo entrega del auto de la compañía y las llaves de la casa. Con la backpack en su espalda, caminó hasta el centro comercial, a unas pocas cuadras de distancia, y compró un par de cosas que le hacían falta. Comió algo ligero allí mismo, y  tomó un taxi a la base espacial.

            Llegó con varias horas de anticipación. Tenía tiempo de recorrer la sala de exhibición de la Misión Marte, e imaginarse ya instalada en uno de los módulos del Asentamiento IV. Terminado el recorrido, ya fuera de la exhibición, la vio a un lado de la puerta: una máquina de la muerte vintage, de seguro uno de los primeros modelos. A pesar del auge de las máquinas, de que todos sus conocidos la probaron, ella siempre lo había dejado para después. La observó desde todos los ángulos, con una mezcla de curiosidad e incertidumbre.

            —Todavía funciona, por si se lo estaba preguntando —le dijo el guardia de la sala.

            —Nunca he hecho la prueba, ¿puede creerlo? —respondió.

            —Tal vez sea tiempo de hacerlo, ya sabe, antes de partir.

            "¿Por qué no?", se dijo, "como despedida de este planeta". Sacó un billete de veinte, lo introdujo en la máquina, y metió el dedo índice en la ranura indicada. Sintió el pinchazo y de inmediato se arrepintió de haberlo hecho. Aun así, esperó los dos minutos para obtener su tira, pero no la leyó. Sin mirarla siquiera, la dobló, la guardó en el bolsillo de su pantalón, y se dirigió a la sala de espera tratando de no pensar en lo que había hecho. Fue imposible. Las dos horas restantes antes de su salida, se debatió entre leer su predicción o tirarla a la basura. Finalmente, y casi sin pensarlo, la desdobló y pudo leer claramente esas cuatro palabras: PISTA DE CARRERAS MARCIANA. En ese momento los altavoces anunciaron su salida. No supo qué hacer. Si subía a la nave, se cumpliría la predicción. Moriría en Marte. Si se quedaba en la Tierra, estaría a salvo. Pero Marte era su sueño desde niña. La fila de gente empezó a avanzar y ella seguía pegada a su asiento. Se acordó de su sueño, se imaginó en su módulo del Asentamiento IV, en los paisajes marcianos que tantas veces había visto en fotos, y que la esperaban.  Pensó en su abuelo, en las mañanas frías sentados en el techo de la camioneta, viendo los despegues. Tenía que hacerlo. Se puso de pie, y con paso firme se dirigió a la puerta del túnel. Cuando abordó la nave, ya sentada en su lugar, supo que prefería mil veces morir en Marte, que quedarse a salvo en la Tierra.

          

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